11.06.2006

Bob Marley and the Wailers



Si mi vecino de Puerto Plata se tropezara con este blog se sorprendería del efecto que produjo en mí, su fascinación por la maravillosa y mágica música Jamaiquina llamada Reggae.

Un domingo a las 10:30 a.m. era común escuchar las melodías de THE WAILERS perdiéndose entre los almendros y encontrándose con aquel océano Atlántico que tomaba aquellas ondas rítmicas para darle vida a sus espumosas olas.

Era un ambiente utópico, donde todo era parte de todo de manera perfecta. Los colores de la música eran los mismos de la costa, el caminar de los caminantes se moldeaban al poder del Reggae, se agudizaban los sentidos, ver, oír, tocar, era mas que placentero. El yodo imperceptible, regresaba; el paisaje era la melodía, como si uno fuera resultado del otro; el verde de las hojas era brillante, los cocoteros ondeabas al compás de las cuerdas de un melódico bass caribeño. Magnify.

Mi primer encuentro con el líder de THE WAILERS, Bob Marley, fue un poco traumático, pero fue la chispa para conocer un poco de este mundo lleno de misticismos, rebeldía, libertad, nacionalismo, fraternidad y compromiso.

Una noche salí al patio (no recuerdo a que) y miré hacia la casa de mi vecino, me encontré con una gigantesca imagen que cubría toda la parte de la pared que se podía percibir a través de las ventanas. No tuve otra opción que darle paso a la agilidad que produce el terror y en segundo estaba de vuelta en mi habitación, ansioso por la llegada del día.

El día que ansiaba llego y lo primero que debía hacer, lo hice. Salí al patio a ver si todavía estaba allí dicha imagen, la cual hoy 14 años después la recuerdo como si hubiese sido anoche.

Los dreadlock dominaban el inmenso póster, acompañado de unos ojos tímidos y un rostro que reflejaba la vida de un niño de Trench Town (Ciudad del foso), el barrio más pobre de la capital de Jamaica, lugar donde vivió junto a su madre.

Lo que me espanto, luego me causo simpatía con cierto grado de tristeza. Así inicio una relación con un señor que murió dos años después de mi nacimiento, encontrando en él orgullo por su tierra, por su color, rebelde, libre, solidario y amante de su mama África.

Marley junto a su compañero y músico Peter Tosh (asesinado en el 1987), difunden por todo el mundo su música y con ello el movimiento Rastafari, convirtiéndose en líderes mundiales de la raza negra.

En el 1975 participan en la política realizando un concierto para difundir los mensajes espirituales y sociopolíticos de sus canciones, en este evento participaría el primer ministro jamaiquino Michael Manley.

Al anunciar la realización del evento en un momento donde la seguridad ciudadana era inexistente y, adornada con 200 muertos político en la campaña electoral, recibe amenazas de muerte, pero asume el compromiso, el cual le cuesta un atentado donde él y su director son heridos supuestamente por seguidores de Edward Seaga candidato a primer a ministro de su natal jamaica.

Otras versiones señalan que la CIA estaba atrás del viejo Bob, ya que lo consideraban un desestabilizador de la gobernabilidad en la región del caribe.

"El sistema está matando a la gente, así que tenemos que matar al sistema". Bob Marley

Dos días después del atentado y con un brazo herido el rey del Reggae sube a tarima e inicia su esperando concierto con 100,000 espectadores. Con la canción “War” da inicio al histórico evento. Esta canción es un fragmento de un discurso pronunciado en las Naciones Unidas por Hailè Selassiè, emperador de Etiopía (1930-1974) y líder espiritual de los Rastafari.

Robert Nesta Marley, como era su verdadero nombre, sale de su país en el 1975 por razones de seguridad, estableciéndose en Inglaterra. En el 1978 vuelve a su país donde realiza el "One Love Peace Concert", evento donde los enemigos políticos Michael Manley y Edward Seaga se saludan frente al público presente. Días después Naciones Unidas le entrega una medalla de la paz.

A los 36 años el viejo Bob, se encuentra con la muerte, luego de luchar con un cáncer que le tomo desde las piernas al cerebro. El 11 de mayo del 1981, 6 años después del atentado, muere en Miami, junto a su madre.

Sus últimas palabras se las dijo a su hijo Ziggy Marley (hoy cantante), "El dinero no puede comprar la vida".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El viejo Bob, Puerto Plata, Franklin Varona y el edificio #1. Lo recuerdo todo. Yo se de lo que habla el señor Lopez. Se lo impresionante que era aquel poster pegado en la pared, con aquel individuo a quien llegue a conocer y apreciar por via del mismo vecino que nos daba su musica desde que iniciaba el dia. Pero los dias fueron pasando, los rostros envejecieron y en algunos casos se marcharon al lugar donde hoy habita viejo Bob. Aquel viejo radio, propiedad de la familia Varona, que nos daba en sus ondas magicas los mensajes del Sr. Marley no se donde quedo, tal vez se ahogo en el abismo, junto con los pasos que diluyeron en el tiempo las viejas reuniones donde Franklin, Rigo, Daniel, Elin, Fonchy, Ivanhoe y uno que otro habitante de aquella zona (Yo) nos deleitabamos con su musica. Viejo Bob gracias por todo, tus ideas y mensajes aun siguen golpeando el espiritu aventurero y batallador que llevamos dentro en busca de justicia. Pero lo mejor de todo es que a pesar de que los años volaron, me gusta ver mi cansado edificio #1 del malecon, que aun sigue en pie, luchando contra el salitre del incanzable atlantico, en mi maravillozo Puerto Plata, y veo con entusiasmo que en sus viejas paredes grabadas de recuerdo y olvido, quedan bailando sin pensar en el cansancio, las melodias del viejo Marley, cantadas a traves de las voces adolecentes de quienes hoy buscan crear sus melodias y caminos personales. Franklin gracias por inculcarme admiracion a este artista, y claro gracias por tantas cosas mas mi hermano.
Hasta luego Bob, hasta luego muchachos, HASTA SIEMPRE MI QUE QUERIDO ENSANCHE LUPERON......

Fer dijo...

Precisamente anoche estaba escuchado a Bob. Es increible como su musica a pesar del tiempo se mantiene fresca y vigente.
Conoci su musica siendo un niño, gracias a mi padre k tenia un casette...20 años despues,aun causa la misma sensacion en mi.

Anónimo dijo...

Hola Ivan,

Una de las ultimas noches del 2005 me encontré en Dominicana con un grupo de amigos/as de María. Fuí testigo de la mayor parte de las cosas que unen a un grupo de personas, mas allá del tiempo y la distancia. Y también estuvo el Viejo Bob...

Y cuando estuve en Puerto Plata fue la vez que en mi vida estuve más cerca de la tierra prometida, la de la pipa encendida eternamente, la morada eterna del Dios rasta.


Será por eso que soñé varias veces con Puerto Plata?

Luchy